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CRISTINA BENTUÉ: «ARAGÓN ES UN TERRITORIO DE OPORTUNIDADES PARA LAS START UPS»

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Cristina Bentué (Barcelona, 1976) arrancó IriusRisk en 2016 con dos empleados, una cabaña autosuficiente en una aldea de la España vaciada, y conexión a internet, y menos de una década después ya es una empresa con casi dos centenares de empleados y sedes en Reino Unido y EE.UU. Un emprendimiento que venció a los pronósticos más pesimistas que auguraban, comenta Bentué, un desarrollo complicado si la compañía continuaba ubicada a miles de kilómetros de los grandes núcleos tecnológicos y económicos del mundo. Y es que, tal y como afirma, lo que importa en el éxito de una idea de negocio es el «qué» y no el «dónde», particularmente en un mundo conectado gracias al cual ha llegado a grandes clientes internacionales desde un pueblo de cinco habitantes, afirma. En la actualidad, IriusRisk ofrece soluciones de seguridad en aplicaciones para empresas de los sectores financiero, médico, tecnológico y de automoción. La empresa, que tiene su sede principal en el Parque Tecnológico de Walqa, en Huesca, y apuesta por Aragón como territorio de oportunidades para la instalación de Start Ups, por su relación calidad-precio y por la cercanía de las instituciones, entre otras razones.

IriusRisk es una empresa especializada en seguridad para aplicaciones financieras (banca ‘on line’), controles industriales o fabricantes de productos médicos, como marcapasos y dispensadores de insulina, y en la actualidad está inmersa en la oferta de soluciones para el sector automovilístico. Una compañía que nació hace ocho años en una cabaña construida por los fundadores de IriusRisk, Stephen de Vries y Cristina Bentué, en una aldea cercana a Barbastro. “Con los ahorros que teníamos nos compramos un terreno, allí construimos una cabaña de madera de 47 metros cuadrados con nuestras manos. Plantamos un huerto, y nos hicimos vegetarianos porque solo podíamos comer lo que salía del huerto y los huevos de las gallinas. Instalamos placas solares y construimos un pozo de agua. La única factura que nos llegaba era la de internet: así sí que se puede desarrollar un negocio. Para mí Aragón es un territorio de oportunidades para las Start Ups”, recuerda Cristina Bentué.

Un fallo que se transformó en idea de negocio

Los fundadores de IriusRisk concibieron su idea de negocio mientras trabajaban en una consultoría de ciberseguridad en Londres, donde él desarrollaba un perfil técnico, mientras que ella se dedicaba al área de operaciones empresariales y estrategias. Ahí es donde Stephen de Vries se dio cuenta de que las empresas, cuando desarrollaban aplicaciones, pensaban en la seguridad al final del proceso, y no desde su concepción. “Es como poner los airbags una vez el coche está construido”, explica Cristina Bentué. “Yo vi la oportunidad de negocio”, apunta, en una economía donde “la innovación de todas las empresas corre por encima del software y de aplicaciones”.

Cuando arrancó IriusRisk, en una cabaña de un pueblo de Huesca, “los inversores nos decían que cómo podíamos estar haciendo tecnología profunda, Deep Tech, en la España rural. Yo les respondía que cómo lo íbamos a hacer en Londres”, comenta, debido al elevado coste de vida de la ciudad británica. “Aquí pudimos centrarnos y enfocar, para mí fue un lugar de oportunidades”, reconoce Bentué. Como muestra, aporta un sencillo dato: un espacio de coworking en Londres valía 600 libras al mes, mientras que en Walqa, Huesca, costaba 150 euros. “Aragón es una tierra muy fértil para Start Ups tecnológicas: combina oportunidades, una buena relación calidad-precio para establecerse y la cercanía de las instituciones”, explica. “En la Cámara de Comercio, al cabo de diez días, ya me llamaban por el nombre”, asevera.

Equilibrio profesional y personal

Cristina Bentué y Stephen de Vries escogieron una aldea de Huesca como sede inicial de su empresa por motivos económicos, pero también para estar cerca de los padres de ella, naturales de Zaragoza. “Empezamos a vender a grandes multinacionales en EE.UU sin tener que ir a verlos, porque teníamos una buena página web, un buen servicio de soporte, un buen trato… y todo por internet”, recuerda la fundadora de IriusRisk, que cuenta con tres carreras y dos doctorados del campo de las Humanidades (Filología Hispánica, Literatura Semítica, Arqueología y religiones del antiguo Oriente).

Para su expansión, los propietarios comenzaron un proceso de captación de talento, “allí donde estaba”, comenta, diferente al de los grandes núcleos tecnológicos “En el exterior, el talento se paga con dinero financiero, y aquí se paga con beneficios: trabajo 100% en remoto, cuatro días a la semana, flexibilidad 100%… aquí no te pueden pagar los sueldos que se pagan en Silicon Valley, te lo dan a base de hacer balance entre la vida personal y la vida profesional. En Silicon Valley te pagan mucho, pero también te exigen mucho: muchas horas de trabajo, condiciones muy estresantes. Aquí predomina sobre todo la calidad de vida”, apunta.

La importancia del ‘qué’, no el ‘dónde’

La elección de una aldea de Huesca como punto fundacional de su empresa se vio con escepticismo en sus inicios, pero la realidad ha desmontado los peores augurios a base de crecimiento exponencial y expansión internacional. “Hemos llevado a la empresa 100% en remoto desde mucho antes de la pandemia, hemos vendido al mayor banco de Inglaterra desde un pueblo de cinco habitantes en Huesca. Eso de que tengas que estar en un hub tecnológico… no entiendo qué consigues estando en Silicon Valley que no haya conseguido yo en Huesca. Lo único que me dice es que estás pagando muchísimo más de alquiler, no que tu inteligencia o tu talento sea mucho más grande”, comenta Bentué. “A lo mejor he perdido algún cliente por estar en la España rural, pero al 95% no le ha importado. Nuestro programa es bueno, lo han probado, es innovador, es lo que necesitan. Les da igual dónde estés”, asegura la COO, quien remarca la idea de que, hoy en día, “toda gran empresa es una empresa de software, y todas necesitan contar con la seguridad desde el inicio”.

Fuente: El Periódico de Aragón

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