Las Comunidades de Aragón, Navarra, La Rioja y Cataluña han unido sus fuerzas en la tercera edición del ‘Ebro Valley Agro Tech’ para impulsar la innovación y la tecnología como claves para el desarrollo del sector agroalimentario.
Más de 100 responsables de empresas y startups han asistido hoy a la tercera edición del encuentro, celebrado en el Parque Tecnológico WALQA de Huesca, que se consolida como un referente en innovación en el Valle del Ebro.
Este evento busca fomentar la innovación y la tecnología en un sector clave para el Valle del Ebro, que emplea a más de 20.000 personas en Aragón y genera el 20% de su PIB, con una facturación de 8.000 millones de euros.
Por primera vez, el encuentro ha contado con la participación de empresas de distribución e inversores, que han mantenido reuniones rápidas con los emprendedores, buscando impulsar nuevas oportunidades de negocio y sinergias.
Entre los asistentes figuraban empresas como Caixa Bank, Grupo Eroski, Grupo AN y BonArea, que han conocido de cerca las iniciativas agroalimentarias de la región.
Por su parte, el director de Desarrollo e Innovación del Instituto Aragonés de Fomento (IAF), Pedro Pardo, ha señalado que la clave para el futuro del sector es introducir desde el inicio la tecnología en los proyectos agroalimentarios.
Durante el evento, empresas como Talkual Foods (Lleida), PANOimagen (Logroño), Feltwood Ecomateriales (Zaragoza) y Cocuus (Pamplona) han presentado sus iniciativas como ejemplos de buenas prácticas en la aplicación de tecnologías emergentes.
Este tercer encuentro se enmarca en la Red Territorial de Especialización Tecnológica y emprendimiento digital ‘Tech FabLab’, una colaboración entre Aragón, Navarra, La Rioja, Cataluña, Cantabria y la Comunidad Valenciana, financiada con fondos europeos, que busca desarrollar prototipos tecnológicos para el sector agroalimentario y acelerar su futuro.
El director gerente del IAF, Daniel Rey, ha enfatizado la importancia de la tecnología en todos los sectores productivos de Aragón y ha recordado que su impacto en el agroalimentario es esencial para mantener su relevancia y crecimiento en la región.