En el
convenio participan cuatro socios: la Fundación del Hidrógeno, que preside
Arturo Aliaga, el Centro Universitario de la Defensa y las empresas aragonesas
ARPA EMC y B-Haus. Se trata de un proyecto basado en el desarrollo de módulos
habitables y modulares, fáciles de transportar e instalar y con un consumo
energético de cero emisiones. Se probará primero en el Ejército, aunque la idea
es extenderlo al ámbito civil. La idea es que en el futuro las bases militares
sean «verdes» y completamente independientes del país en el que se encuentren,
que no emitan CO 2 y, a la vez, permitirá incrementar su seguridad. Hasta ahora
se han realizado varias estancias de investigación en el Líbano, la Antártida y
en Zaragoza para comprobar cómo se comporta este estándar en diferentes climas,
medios o extremos, y se ha demostrado que es capaz de disminuir el consumo de
energía hasta un 90%.